¿ Tenemos suficiente paciencia con nuestros mayores ?.
Mi padre tuvo la paciencia de anotar en un cuaderno las incidencias más relevantes de nuestras vidas en los primeros años de nuestra existencia. Gracias a ello, hoy día aún puedo leer que lo que más me gustaba desde edad muy temprana era la merluza - y me sigue gustando -, que rompí una lámpara a mi abuela con dos años y se armó la 'marimorena', que aprendí a leer con algo más de 4 años de edad, que con diez años me rompí la 'crisma' jugando en las vías del tren y un sin fin de acontecimientos más, que de otra forma hubiera sido imposible conocer y más tarde rememorar.
El vídeo que ilustra esta entrada me recordó precisamente estas pequeñas anécdotas y por lo que se deduce, este señor no se limitaba a describir a grandes rasgos las vicisitudes vividas por su hijo en su edad temprana sino que lo detallaba con sumo cuidado, poco menos que levantaba acta de cualquier hecho vivido con su pequeño, ¿ no creen ?.
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