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¡ Es obvio que los recuerdos surgen constantemente, a lo largo de nuestra vida !.
Yo recuerdo perfectamente mi infancia y adolescencia y los animales domésticos que me acompañaron. Siempre he recordado los juegos y la compañía de los perros paseando por la huerta y las viñas de la Aliseda, camino del Moral, cuando acompañaba a mi abuela en la 'quintería', en esos duros meses del verano manchego.
¡ Como no recordar los viajes en la tartana, tirada por la mula 'Maravillas' !.... Nunca olvidaré mi disgusto infantil, mi inconsolable llanto, cuando en mi casa de Manzanares vi morir a mi gato 'Colorín' y los ánimos recibidos de mi madre y de mi Pepa, explicándome que son cosas que ocurren y que la vida continuaba, para darme opción a disfrutar de la compañía de más animales.
¡ Como no recordar los viajes en la tartana, tirada por la mula 'Maravillas' !.... Nunca olvidaré mi disgusto infantil, mi inconsolable llanto, cuando en mi casa de Manzanares vi morir a mi gato 'Colorín' y los ánimos recibidos de mi madre y de mi Pepa, explicándome que son cosas que ocurren y que la vida continuaba, para darme opción a disfrutar de la compañía de más animales.
Siempre sentí gran cariño y respeto a los animales y muy especialmente a los perros que acompañaron mi vida. Me sorprende enormemente ver tanta mascota conducidas por personas mayores en las grandes ciudades y siempre pienso que seguramente son seres solitarios, que llenan su vida con la compañía de esos animales para no sentirse tan solos en el hogar. Aplaudo la elección de un perro para combatir la soledad porque jamás habrá un ser más agradecido que él y que llene tanto ese vacío.
Es tanto el cariño que se siente por ellos que cuando desaparecen de esta vida, uno siente una enorme pena difícil de combatir. Cuando murió - vivió dieceseis años - la última perra que tuve, sentí tanto dolor que prometí no suplirla con ningún otro animal de compañía pero la verdad es que sigo teniendo perros, paseo con perros y disfruto con ellos, porque hay que ayudar a sus propietarios - los hijos o hijas, claro - a criarlos.
Esta bonita historia de Paulo Coelho nos invita a reflexionar sobre el tema comentado porque es cierto que se abandonan a muchos animales y para comprobarlo no hay más que visitar los establecimientos municipales o privados que en las ciudades se crean para su recogida.
¡ No les quepa duda !. El mejor amigo del hombre es el perro y después, el perro y después el perro....
Verdaderamente es una historia conmovedora....
ResponderEliminarMe ha encantado.
Si, creo que tú lo decías ...¡ Conmovedor como todo lo qu escribe Paulo Coelho !. La mayoría de las veces, hay que tener el pañuelico preparao pa llorar un poquillo pero aún así, tira mucho su narración, te ves obligado a leerlo porque hay calidad e imaginación en todo lo que escribe. Gracias por tu comentario, Esther y salu2.
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